Se trata de una serie de símbolos o letras de origen muy antiguo –de hace más de 2.000 años-, surgidas en la región de Escandinavia. Han sido halladas en escritos realizados en piedra o en forma de fichas de madera. Con el tiempo el número de caracteres se ha ido modificando, y desde sus comienzos con 24 runas, pasaron a ser finalmente 16 –aunque en la actualidad se realizan tiradas con 22 o 24 piezas-.
Hoy en día no es muy común que se use este alfabeto para hacer escrituras, cada símbolo posee un significado especial representando ideas, situaciones y objetos relacionados principalmente con la cultura e historia de los pueblos nórdicos.
El uso de las runas puede dedicarse a la meditación y sanación, y también para las artes adivinatorias; esta última es la aplicación más difundida pero constituye sólo un aspecto de su potencial. Como herramientas portadoras de magia, las runas tienen poder, y mediante sus diferentes símbolos despliegan una energía particular. El significado de la palabra “Runa” encierra al concepto de “el que conoce los secretos”, por tanto, saber leer e interpretar su simbología equivale a develar esos secretos.
El resultado de la lectura de las runas brinda las claves para la evolución personal. Por otro lado muestra las habilidades con las que cuenta ese individuo, y que puede usufructuar a través de técnicas como la meditación. En cuanto a su capacidad predictiva, son eficaces para indicar acontecimientos futuros.
Para llevar a cabo la consulta debe pensarse en forma decidida y profunda sobre la interrogante en cuestión, y repetirla mentalmente y en voz alta, manteniendo los ojos cerrados y respirando profundamente. Las runas van a ser arrojadas dentro de un círculo trazado sobre una superficie lisa. Las fichas que resulten van a tener una vinculación con la pregunta formulada. Van a simbolizar la clase de energía reinante en ese instante, y en consecuencia designan las tendencias presentes y las conductas más convenientes para esa situación, pudiendo indicar además posibles acontecimientos venideros.
Algunos especialistas, aconsejan no usar este tipo de técnica para la adivinación del futuro, ya que consideran de mucha influencia la energía y la voluntad puestas en el momento de la pregunta, en cambio sí la consideran conveniente para consultar otros puntos de vista sobre acontecimientos que requieren opiniones o consejos.
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